La actividad profesional asistencial del médico hidrólogo se desarrolla esencialmente en:

  • Establecimientos Balnearios.
  • Centros de Talasoterapia.
  • Centros Hidroterápicos.
  • Servicios de Hidroterapia en centros Hospitalarios Generales.
  • Servicios de Hidroterapia en centros de recuperación funcional.
  • Estaciones Climáticas.

Pero también en:

  • Plantas envasadoras de aguas.
  • Unidades de nutrición y de dietética.

Las actividades terapéuticas desarrolladas utilizando el agua como factor de tratamiento, en el más amplio sentido (preventivo, terapéutico, de recuperación funcional y de promoción de la salud), presentan una extraordinaria complejidad debido a las siguientes peculiaridades, relacionadas con el entorno y recursos con los que desarrolla su trabajo:

  • La diversidad de factores que pueden intervenir en el efecto terapéutico (tipo de agua, productos derivados, factores climáticos y medio ambientales, variedad de técnicas terapéuticas etc, )
  • La diversidad de patologías susceptibles de beneficiarse de esta terapéutica, afecciones reumatológicas, traumatológicas, neurológicas, psiquiatricas, dermatológicas, neumológicas, vasculares, digestivas, urinarias, otorrinolaringológicas, ginecológicas, psicofuncionales, etc.
  • La diversidad de grupos de población atendidos: adultos, ancianos, niños
  • La atención de las urgencias

Pero además, al médico hidrólogo competen otras tareas, para los que también está capacitado, como son:

  • La gestión, dirección, supervisión y control de calidad de los servicios balneoterápicos, talasoterápicos, hidroterápicos y afines.
  • El diseño e implementación de programas de educación para la salud en los balnearios, centros de talasoterapia, centros de hidroterapia y afines.
  • El asesoramiento sobre estructura, organización y funcionamiento de las instalaciones terapéuticas.
  • La emisión de informes administrativos sobre aguas mineromedicinales.
  • Los relacionados con las aguas de bebida envasadas desde el punto de vista nutricional e industrial.
  • La investigación en su campo de actuación.
  • La docencia relacionada con la formación de nuevos especialistas, formación continuada propia y para otros especialistas médicos, y la formación para otros profesionales sanitarios y personal auxiliar.
  • Estudios e informes de declaración de Aguas minerales y naturales y minero-medicinales.

Los médicos hidrólogos son los únicos profesionales capacitados para ofrecer un servicio de calidad y obtener el mayor beneficio de esta terapéutica.

La Hidrología Médica es una especialidad preventivo-terapéutica capaz de influir en aspectos esenciales de la naturaleza biológica y psicología del ser humano, posibilitando una mejora del nivel de vida. Ofrece un amplio abanico de posibilidades que pueden contribuir al bienestar general, tanto desde el punto de vista terapéutico, como desde el campo de la prevención, de la promoción de la salud y de la autonomía personal.

Muchas personas han descubierto en las curas balnearias un recurso para mejorar su salud, tanto física como psíquica, y reconocen en la Hidrología Médica una opción preventiva y terapéutica que resulta sencilla dentro de su complejidad, y que requiere para su aplicación la huida de la vida cotidiana, y el acercamiento a la naturaleza.

Estos aspectos, entre otros, ha hecho que en la actualidad esté aceptada y reconocida por la sociedad nacional e internacional, como una modalidad terapéutica natural, efectiva y no agresiva, que proporciona una amplio abanico de posibilidades complementarias al resto de prestaciones sanitarias, constituyendo una oferta muy saludable y atrayente.

Aproximadamente un millón de usuarios recurren anualmente en España a esta modalidad preventivo-terapéutica, siendo financiados con fondos públicos un porcentaje importante de estos tratamientos, constituyendo la Hidrología Médica, en este sentido, un pilar esencial del Sistema Sanitario Nacional.

Merece la pena señalar que esta especialidad juega un papel fundamental en el ámbito de la gerontología y de la geriatría, ya que las curas balnearias ejercen un efecto preventivo, además de su acción terapéutica en un importante número de patologías crónicas, caracterizadas normalmente por disminuir extremadamente la calidad de vida del amplio grupo de población formado por los mayores, al que todos perteneceremos algún día.